Cap 21

-Es que de verdad no entiendo nada, él es tan raro, bipolar, no sé. ¡Me está volviendo loca! Necesita ayuda urgente. –Grite, recostándome en la cama

-aun no lo creo, es que él te beso. ¡Estamos hablando de Bill! ¡ÉL! – Decía eufórica sentada en la orilla de la cama

-Akari no me ayudas mucho que digamos. Te llame porque no entiendo nada, esto es tan confuso. Hasta estoy pensando que todo es un juego, de seguro aposto algo con Tom.

-Yo creo que exageras. Sam, cálmate, sigue el juego raro pero no involucres sentimientos hasta que estés segura de lo que pasa.

-¡Estás loca mujer! Primero creo que ya hay sentimientos y no tengo ni idea de lo que pasa. No podría seguir este juego tan rato que tenemos ya que no quiero terminar enamorada de él.

-Pobre de ti Sam, si sigues pensando así seguirás así de sola por el resto de tu vida, quizás cuando vieja tengas catorce gatos que te acompañen. Porque no simplemente le crees, es una clase de amor no correspondido, según él ¿No?

“No debía, pero me moría por hacerlo” “Yo no debería haber hecho eso, yo no debería sentir esto” ¿Sentir que? Sería posible que Bill sintiese lo mismo que yo. Tal vez, “amor no correspondido” como decía mi amiga. –Akari, ¿Es posible que Bill actúe de ese modo, tan molesto, frio, odioso para evitar futuros sentimientos?

-Yo creo… -Dijo haciendo pausa y mirándome fijamente – Que el ya siente algo por ti, algo que no debería sentir, y trate de odiar. Soy tan inteligente. –Di un enorme grito, esto no llegaba a ningún lado. Solo conseguía dar vueltas en el tema y llegar a lo mismo.

-¡Akari! ¡Por dios! Esto es lo mismo que dijimos hace un rato. – A pesar de todo, era lo más probable, aunque faltase el ¿Por qué? Pero, eso no era todo, una parte de la historia que solo él y yo sabíamos, algo que aún no le contaba a mi amiga y lo más probable era que nunca lo supiera, un segundo beso. No podía imaginar el ver a Bill otra vez, luego de que yo me abalanzase a sus brazos, antes de que él se fuera. -¡Dios me quiero morir! – Tal vez sentía vergüenza, no tenía las fuerzas y la valentía de verlo otra vez. Pero él había correspondido aquel día. Mire a Akari quien lucía igual de confundida que yo, observando atentamente el techo. -¿Por qué lo hice? – Susurre apenas, mi amiga me miro y no soltó palabra alguna, era mejor pensar que el estaría pasando por lo mismo, después de todo él se nota mucho más arrepentido que yo.

……………………………..

Me preparo para ir a clases, tomando cuadernos, libros y demás. Amarre mi cabello en una cola dejando una mecha suelta. Di una última mirada al espejo y Salí confiada de mi aspecto.

-Conociéndolo, todo será como antes – Dije para mí un tanto decepcionada. Viendo el camino, recuerdo de una charla de un modo alterno de llegar, tome un calle alternativa, observando un alrededor poco común pero conocido. Mi vista de detuvo en un hermoso rosal blanco, me acerque cuidadosamente desprendiendo un rosa, la más radiante de todas según yo. Llegando a la escuela, deje mi bolso en el asiento, abriendo y revisando, tratando de hallar una agenda que supuestamente estaba ahí. Al no encontrarla recordé que había estado en la biblioteca. Tome todo y camine hacia la biblioteca. Al llegar y ver que todo estaba cerrado, me alivio al ver que aún no llegaba alguien. Entre, buscando con la mirada sobre las mesas aquella agenda. Al saber que en el primer piso no estaba busque en el segundo.

Subí lento escuchando como la plataforma de los zapatos hacían eco. Di una mirada rápida al lugar y camine hasta las mesas. Todas estaban vacías, sin nada, ni siquiera polvo. Me di vuelta lentamente, viendo aquel sujeto que me miraba en silencio, cada movimiento que cada sus ojos los seguían hasta el más mínimo.

-¿Has visto una agenda roja con negro? –Pregunte lo más normal posible. Pensar, que hace unos días estaba totalmente histérica, sintiéndome avergonzada y en el momento del tenerlo en frente mío, todo eso se fue. Como había dicho, “todo será como antes”

-No, ¿segura de que la dejaste aquí? – Pregunto con tono calmado

-No, por eso la busco. – avance lento, rozando su brazo con el mío al pasar, sentí un enorme escalofrió un frio que lleno todo el ambiente.

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Sus labios, “beso” “beso” “beso” Esa palabra resonaba en mi mente, y era lo que pronto pasaría entre Damon y yo, “-Maldita obra y sus escenas-“Maldecía en mi mente observando atentamente cada movimiento de Romeo “-Maldita escena quinta-“Las palabras en mute salían de su boca mientras me acercaba más a él. “-Algo del pecado” Decía romeo, o eso logro entender fuera de mis pensamientos “-Se acerca el beso”

-Entonces, escúcheme tranquila mientras mis labios oran y los suyos se purifican. – “Dios, mierda, ¿Quién es él? Este no es Damon, el beso. Imposible que Julieta expresara lo que yo sentía y menos tener esa expresión en su rostro. Se separó de mí, viéndose triunfante y orgulloso, detrás de esa mirada se encontraba un vil y terrorífica verdad. Dije mi línea un tanto enfadada, me respondió y otra vez el beso. Nadie me decía que no podía ver al poco público de práctica que había, entre ellos, el único que me importaba Bill. Quien parecía morirse de celos, en esos momentos moría por poder leer su mente y ver lo que pensaba, ver y aclarar todas esas dudas.

El beso no es largo, solo unos segundos, pero tanto pasaba por mi mente, en un momento sentía algo en mi boca, Su lengua, ¡no! Lo golpeaba si eso hacía. ¡Sangre! Era lo más lógico por su sabor, me separe rápido de él retrocediendo un poco. Dude, no sabía si seguir actuando o abofetearlo por tal acto. –Me las pagaras – Susurre solo el escucho, me respondió con una sonrisa sarcástica, continuo la obra.

Termino el infernal ensayo, casi corriendo fui al baño, no solo para lavar esa asquerosidad de Damon, sino que también unas ganas de vomitar me tenían postradas al frente del inodoro. Se me acerca una compañera preguntando por mi salud, -Algo me cayó mal- fue lo único ocurrente a decir. Pero realmente me sentí mal, mareada, cansada, fatigada. ¿Hizo algo ese Damon? Me pare dificultosamente, camine apenas llegando hasta la bajada del escenario, comencé a perder el poco equilibrio que me quedaba, caí uno o dos escalones, solo me torcí el tobillo y me senté esperando a que esto se me fuera por lo menos un pocos.

-¿Qué sucede mi Julieta?

No te ves nada bien ¿Qué os no gusto mi beso? -Rió irónico, apenas podía moverme pero golpearlo era lo que más anhelaba.

-Infeliz ¿Qué me hiciste?

-Aun no sé, pero me encanta verte así, retorciéndote del dolor, verte agonizar, es el mejor espectáculo del mundo. –Volvió a reír, algún día lo mataría.

-Damon, ¿Por qué mejor no te vas a conseguir otra chica a quien torturar? No te metas con ella, que es de mi propiedad

Bill, otro más que quizás lo quiera matar, o eso se sabe. El odio entre ellos era evidente, Bill tenía la mirada mucho más fría que antes, Damon lo miro y riendo otra vez se alejó viendo a Bill como si lo matara con solo mirarlo. Respiraba con dificultad y apenas podía ver. Se me quedo mirando y rio algo que me molesto -¿Puedes sola o te ayuda? – Quiere que lo golpee, viendo mi estado y solo lo pregunta para fastidiar.

-¿Qué te hace pensar que siquiera puedo ponerme en pie? – Estiro su mano la cual tome, parándome un poco. - ¿Qué? –Dije al ver que Bill se daba vuelta.

-Súbete – La verdad, que él me llevara en su espalda no me incomodaba o por lo menos ahora, la fuerza no me daba ni para pensar. Me sentía horrible, como si fuera a morir y desplomarme en el frío suelo. –Te llevare a la biblioteca, la enfermería o un hospital no servirá de nada.

-Ni se te ocurra llevarme a un hospital –dije apenas, cerrando mis ojos al ver que con él estaba segura.

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Desperté en un sofá, abrigada por una manta. A pesar de lo ocurrido me sentía mucho mejor, tal vez normal o casi. Me levante despacio observando mi alrededor, estaba en la biblioteca como me había dicho antes. Al ver que él estaba a un lado viéndome, lo mire, recién dándome cuanta de las palabras que había dicho anteriormente. “Soy de su propiedad” ¿Lo habrá dicho en serio? No lo sabía, pero de verdad me mataba la idea.

-¿Qué fue lo que me paso? –Pregunte, tratando de despejarme de ello, no quería pensar en eso. Hacerme falsa ilusiones.

-Damon que más. Aun no estoy seguro de lo que te dio, pero… -Se detuvo, me miro un instante y se paró alejándose de mí.

-¿Pero qué? – Pregunte alzando la voz, se dio vuelta mirándome. –Dímelo, tengo que saberlo. Es mi vida con la que está jugando.

-Lo que paso hoy, es solo una prueba del efecto. En la obra de seguro lo intentara, pero será más eficaz

-¿Me intentara matar? – Lo interrumpí, su mirada fría me daba más intriga y miedo por lo que pueda pasar, en eso me arrepiento el de no haber ido y renunciado al papel antes. Ahora era muy tarde.

-No, lo dudo. Le encanta ver sufrir, que agonicen. Destruir a las personas lentamente. – Tal vez, después de todo lo que ha pasado me surgí la importante pregunte de como él sabe todo eso. Se la eh preguntado antes, no. Porque no recuerdo. Evade ese tema al igual que Tom.

-¿Seguro? A Damon lo conocías de antes, ¿Cierto? Pero por más que te pregunte como sabes todo esto no me lo dirás. Es tiempo perdido.

-Es increíble como una mujer puede sacar aquellas conclusiones. –Rio, me enoje y alce la voz casi gritando.

-¿Qué insinúas? Solo es obvio por cómo te comportas. –Me pare cruzando los brazos.

-Contigo no se pierde tiempo hablando de tonteras. – Camino hacia las escaleras, lento como si esperara a que le dijera algo más y así lo hice.

-Pero, solo una pregunta. Respóndeme una sola pregunta. –Lo mire y el asintió divertido - ¿Acaso soy de tu propiedad para que le digas eso a Damon?

-Que eso no es obvio…

Se fue, escuche sus pasos a los lejos y luego pude ver por la ventana como atravesaba el patio, me tire al sofá, quedando en blanco.

-¿Siente algo verdadero el por mí? –Esa maldita pregunta rondaba en mi cabeza, se repetía y repetía, pero no se aclaraba más la respuesta. –Bill…

Lo sé, me demore mucho más que otras veces, casi dos semanas D: por eso lo deje un tanto más largo. Lo del segundo beso, luego saldrá lo que paso. Eh eso creo que es todo S: