Cap 12

Hacia el cielo, la paz eterna, encontrarme con los ángeles y luz. Ese sería mi destino en ese momento. Deje de respirar y ya no sentía el latido de mi corazón, mi cuerpo se helo y lo único cálido eran las manos de Akari que me sujetaban con fuerza. ¿Estaba muerta? No sabía, aun pensaba y por más que mi cuerpo no diera señal de vida, escuchaba y veía todo.

-¡Abre los ojos! –Escuchaba a mi amiga gritar desesperada -¡Ábrelos por el amor a Dios! –Por más que intentara no tenía control de mi cuerpo, seguía pensando, seguía consiente.

-¡Samantha! ¡Por Dios, has algo! –Gritaba ella descontrolada ¿A quién le gritaba?, solo la veía a ella.

Ya lo daba por hecho, me tendría que despedir de todos, todo se comenzaba a oscurecer y apenas me percaté de que estaba respirando. Con toda la fuerza posible que tenía trate de abrir los ojos. Como aun no podía intente moviendo mi mano, apenas lo logre y una vez, hecho esto, abrí los ojos de golpe y prácticamente salte para enderezarme.

Me sorprendí a tal punto que pensé que me vendría un infarto, me encontraba perfectamente bien en mi habitación. ¿Un sueño? No, lo descarte de inmediato al pensar que había sido muy vivido y real como para parecer un sueño, y tomando en cuenta de que la mayoría de los sueños los olvido al instante, con este recordaba todo hasta los mínimos detalles.

Me pare asustada, estaba transpirando más de lo común, me mire en frente del espejo y me encontraba normal, sentí alivio al encontrar todo en orden y normal.

Me duche, sentía una gran necesidad de ducharme, me sentía extremadamente sucia y por más que me di como unas tres duchas, la sensación permanecía. Al ver que no desaparecía me di por vencía y me vestí, a pesar de que me sentía incomoda.

Baje a desayunar y salude a los presente, comí a penas y mi madre me pregunto el por qué estaba tan pálida. Llame a Akari algo angustiada, y me conto de que ya no iríamos al edificio y que Bill quería ir a verme a mi casa. Me sorprendí, Bill. No entendí nada pero no me quedaba otra. Aun así me aliste más de lo que estaba y debo admitirlo me quería ver lo más bella posible. Pero al recordar que no me encontraba sola en casa me asusto aún más, ya que conociendo a mis queridos padres en cualquier momento podrían soltar algo inapropiado.

-¿Por qué Bill vendrá a mi casa? Quiero una buena explicación porque aún no me la creo. –Le dije por celular mientras me miraba en mi espejo de cuerpo entero.

-No sé, sonaba preocupado y dijo que antes más pronto supiera algo de ti mejor. La verdad es que casi me desmayo cuando dijo eso.

-Sí, y creo que yo también me voy a desmayar. Tengo que deshacerme de mis padres. Bye – Dije tirando el celular a la cama y bajar corriendo donde mis padres, quienes se encontraban viendo la tv en el living.

-Hija – Me llamo mi padre para que me acercara al ver que me dirigía a la cocina – Cuida la casa, ¿Si?

-¿Van a salir?

-Por dios Samantha, ya se te olvido que nos vamos por el fin de semana a la casa de mi madre, y que tú no querías ir –Me dijo mi madre tomando un bolso.

-Sí, se me había olvidado completamente. –No recuerdo nada del tema pero mientras ellos estuvieran fuera todo bien. -¿Se van ahora?

-Si amor –Dijo dándome un beso en la frente y me despedí de mis padres y ellos inmediatamente se fueron yo diría que corrían por salir.

Me acosté en el sofá a ver tv, con la idea de que Bill no llegaría, la televisión estaba aburridísima solo hacia zapping cuando el sueño regreso y no pude evitar quedarme dormida.

El sonido del teléfono en mi odio me despertó, abrí los ojos para ver la hora y llevaba dos horas durmiendo, apague la tele y el teléfono dejo de sonar. La vista se me torno un tanto borrosa por el sueño. Me pare y me dirigí a la cocina para tomar algo cuando me llego un mensaje. Para despertarme un poco fui corriendo a mi cuarto a tomar el celular.

Me había llegado un mensaje y tenía dos llamadas perdidas, una de Akari y otra de un número desconocido. Revise el mensaje “Serias tan amable de abrirme la puerta que me tienes hace ya un buen rato afuera” Me quería morir, seria Bill.

Baje las escaleras más rápido que nunca, faltándome el último peldaño y salir volando por el piso hasta golpearme con la mesa de centro. Me pare rápido y me arregle por el golpe y Salí a la puerta.

Cuando lo vi casi me morí, estaba parado en la muralla de al frente de mi puerta por lo que lo vi fijo, me quedo mirando, andaba con una polera de estampa con unos labios sangrando al ser apretados por un colmillo (Boca de vampiro) y unos jeans negros que lo hacían ver de verdad sexy (yo le digo sersy, así que si ven escrito así de vez en cuando, es la costumbre)

-¿Te sucedió algo? Estuve un buen rato esperando y llamando a la puerta

-Yo… Yo…. Amm… - Me quede hipnotizada y temía porque se me saldría la baba -Me quede dormida, perdón…

-Si eso se nota. Por lo menos estas bien ¿no? –Me pregunto acercándose a mí y examinándome de pies a cabeza

-Eso creo… ¿Por qué debería estar mal? – Para mí, me tome lo último como una indirecta algo extraña

-No por nada uno nunca sabe

No quería dar más vueltas a ese sueño o lo que fuera lo hice pasar y entre. Estuvimos un largo rato hablando de estupideces, hasta entonces estaba entretenida con él, llame para pedir pizza y para mi suerte se demoró 40 minutos en llegar por lo que me fue gratis. Cuando supe que Bill vendría solo pensaba en preguntarle algo y hasta ahora no me daba la fuerza para preguntar por lo que quería que el ambiente y la confianza entre nosotros fuera mayor. Debía aceptarlo hasta me dio un poco de miedo pensar en ello.

Samantha muerta!! Eso seria como matar la historia, xD Bueno la verdad es que estoy enferma, ayer me estaba muriendo en cama y por lo mismo no pude subir, no tenia los animos y la vista tampoco, no veía nada claro solo sombras y manchas, hoy dia me siento mejor y subi, mañana de pende de todo vere si subo, pero el jueves subo si o si.

Gracias a todas las que leen el fic y comentan!! Se les quiere!! ^.^